La cuarentena ¿Qué es y qué significado tiene?
La cuarentena, en medicina, es un término para describir el aislamiento de personas por consecuencia de una enfermedad, durante un período de tiempo no específico para evitar o limitar el riesgo de que se extienda la mencionada enfermedad, como, por ejemplo, el coronavirus. Esta es la definición que podemos encontrar en la Wikipedia sobre la cuarentena.
Jiddu Krishnamurti conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual dice “no es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”, posiblemente cuando enfermamos, por la definición que él aporta, podríamos decir que estamos adaptados a unas actuaciones de una sociedad que está enferma, de una “sociedad que cree en la enfermedad”.
Tendríamos que diferenciar entre estar enfermo y creer en la enfermedad. La enfermedad tiene que ver con uno; acordaros de las palabras del físico Jane Pierre Garnier Malet, en el libro el desdoblamiento del tiempo, “Es importante que tengamos en cuenta que existen “personas” que fabrican nuestros futuros, modificando nuestros pensamientos según sus deseos. Vivís sin entender el objetivo mismo de vuestra existencia. Mal dirigido, vuestro cuerpo os lo hace saber. Estáis en un estrés continuo y no os dais cuenta que vuestro cuerpo puede llenarse de informaciones saludables. Creéis que vuestros trastornos afectivos, familiares o profesionales, físicos o psíquicos, son injusticias divinas o malos golpes de un destino despiadado, cuando, sin embargo, sois los únicos responsables”.
Por tanto, o lo vemos desde la visión de la física mecanicista de Isaac Newton, donde todo está separado y por tanto, es el elemento invasor externo y ajeno a mí, el que me va a enfermar, basada el modelo de la biología clásica de la materia y energía, de cuerpos sólidos aislados y de flujo lineal de información, o lo aplicamos desde un punto de vista holístico, universal, de la mente cuántica, de la física cuántica, la cual demuestra que la materia no existe como tal sin la presencia del observador.
Si lo miramos desde una mente cuántica, yo siempre estoy conectado con el campo cuántico, y, por tanto, así como yo piense o, así como yo sienta, es a la postre como yo me voy a encontrar. ¿y por qué entonces sufro tanto? Seguramente sea debido a la idea de que te encuentras separado, aunque en el fondo estamos unidos. No estamos en absoluto separados del mundo que nos rodea, ni tampoco somos meros observadores pasivos de la realidad. Existe un campo de energía que conecta todas las cosas, como afirma el científico Gregg Branden en su libro la matriz divina, donde recoge muchas de las evidencias científicas que demuestran este hecho.
Sin olvidarnos del cuerpo físico, donde lo medicamentos y suplementación nutricional, es muy importante para el restablecimiento del cuerpo físico y fisiológico, a través de la mejora entre otras cosas, de los mecanismos de adaptación, por tanto, del sistema nervioso, del sistema inmunológico y del sistema hormonal. Pero tal vez en este apartado no deberíamos de olvidarnos que parte de la solución final pasa por el campo cuántico, por la mente de las personas, y por el cambio de las personas.
A lo largo de la historia, hay periodos de la misma donde se ha creado esté programado en nuestro inconsciente; la prueba gráfica de este hecho, la encontramos en las sagradas escrituras. Parafraseando a Carl Gustav Jung a lo largo de la historia, se han ido creando estos constructos psicológicos, que han quedado grabados en el inconsciente colectivo de todos nosotros. El ser humano es un robot, donde todos esos contenidos se están constantemente manifestando de la parte inconsciente hasta la parte consciente.
¿Por qué cuarentena?
A lo largo de la historia de la humanidad el número cuarenta ha estado muy presentes; claros ejemplo de ello son: Jesús estuvo 40 días en el desierto, Moisés estuvo 40 años en el desierto, el Diluvio universal duró 40 días, la Cuaresma dura 40 días, Moisés y Elías están en la montaña 40 días… incluso cuando nuestro ordenador personal se infecta el antivirus lo mantiene en cuarentena, ¿increíble verdad?
“La primera mención a la aplicación de la cuarentena queda registrada en el Antiguo Testamento como una fórmula para luchar contra la lepra. «Yahvé le dijo a Moisés: Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todos los leprosos, a los que están impuros por flujo seminal y a todos los están impuros por haber tocado algún muerto». La peste que afectó a Europa a lo largo del siglo XIV hizo tomar medidas drásticas contra los enfermos. Por ejemplo, Bernabé Visconti, señor de Milán en la segunda mitad de ese siglo, hizo expulsar de la ciudad a los enfermos bien para que se recuperaran de su enfermedad o bien para que murieran lejos de sus dominios.1
Lo mismo sucedió en Ragusa, lo que hoy es la ciudad croata de Dubrovnik: primero se creó un lugar extramuros para atender a los enfermos; pero como los resultados no fueron todo lo satisfactorios que se esperaba, el consejo de la ciudad terminó aprobando una ley para aislar a los ciudadanos enfermos o a los visitantes que procedían de zonas endémicas. Se impuso un trentino o periodo de 30 días de aislamiento, que es la antesala directa de la cuarentena.
Marsella, Pisa, Génova o Venecia fueron ciudades que copiaron la medida de Ragusa.
Un siglo más tarde, la ciudad de los canales fue un paso más allá: sufrió las embestidas de la peste bubónica y creó los primeros hospitales solo para infectados por la enfermedad. Lo hizo en una pequeña isla frente a la de Lido llamada Lazareto Viejo y allí eran derivados todos los enfermos para morir sin infectar a nadie: y aunque fue drástico, surtió efecto y sirvió para contener la enfermedad. 1
Años después, Venecia decidió ampliar aquel antiguo trentino de aislamiento a una ‘quaranta’ o cuarentena para los barcos que procedían de oriente y que llegaban cargados con todo tipo de productos exóticos, pero también con personas enfermas. Se les alojaba en otra isla cercana a la de Venecia y solo podían abandonarla después de 40 días, es decir, cuando hubieran demostrado que no estaban infectados por ningún virus.
Lo que no queda claro a lo largo de la historia es por qué se decidió que fueran 40 días: hay quien apela a doctrinas de los médicos griegos, que hablaban del periodo máximo para que un virus se mostrara contagioso; otros creen que se trata de un asunto religioso, pues 40 son los días que Jesús pasó en el desierto en solitario; o quienes recuerdan a Pitágoras, que siempre concedió al 4 un estatus de número especial. Sea como fuere, la cuarentena sigue vigente hoy en día, más de 500 años después de que se instaurara por primera vez “1.
- https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-02-10/cuarentena-coronavirus-aislamiento-historia_2448192/
Y en el cuerpo a nivel biológico ¿tiene algún significado la cuarentena?
La respuesta es sí, un embarazo más o menos de promedio está en 40 semanas, después del alumbramiento del bebé la mujer va a estar en cuarentena antes de volver a mantener relaciones sexuales, por tanto, y bajo éste razonamientos, podríamos decir que ante un cambio drástico en nuestras vidas sería conveniente por lo menos valorar esta opción, por los datos obtenidos, tanto histórica como biológicamente hablando. En la numerología el 40 es el número más grande, y su significado es de enfermedades graves. Ante la enfermedad una de las claves para el proceso de la sanación es que la persona realice un cambio radical en su vida, a modo de muerte y resurrección simbólica, de lo que esa persona era para SER.
El periodo de aislamiento o cuarentena no deja de ser un periodo de resignificación de todo nuestro paradigma, de nuestros valores y creencias, de todo aquello que nos han dicho, a través de nuestro grupo de pertenencia, que es la familia y el ambiente socio cultural, que es donde yo he nacido y me he criado. De todo aquello que tengo y debo de hacer en el mundo. Empezando por las religiones, las cuales, a través de conceptos como el miedo y la culpa, han controlado a la humanidad, creando una egregora de miedo, en toda la población mundial a través de las 5 caras de Dios (judaísmo, musulmanes, cristianismo, hinduismo y budismo), y perdiendo de esta forma la conexión directa con la fuente, o como dicen los cabalistas con el Ein Sol, el aspecto impersonal del dios oculto. Para la cábala, Dios no es una persona, no tiene un aspecto personal-relacional en esencia, sino que toma este aspecto «en el proceso de la Creación y Revelación. Por tanto, para llegar a la tan querida ascensión, no necesitamos ningún intermediario que nos enseñe el camino, sino más bien la búsqueda interior de nuestra espiritualidad es la que nos hace conectar con la esencia de lo que somos, a través del “recto vivir, recto pensar, recto hacer”, que hablaron algunos de los seres que encarnaron en un cuerpo físico como Gautama el Buda, o como el Cristo-Jesús, el que nos enseñó, “no hagas al otro lo que no te gustaría que ye hicieran a ti”.
Muchas veces la enfermedad, es la oportunidad que nos da el inconsciente a través de los síntomas físicos, de reconducir de nuevo nuestra historia de vida, por la cual estamos viviendo esta experiencia de encarnación en la tierra, la cual se ve truncada por el “tengo que”, “debo de” y el famoso “y si…”, elementos que utiliza el ego, para que de alguna forma sigamos atrapados en el proceso de la dualidad en el que vivimos. Por tanto, la cuarentena es una oportunidad para replantearnos grandes cambios en nuestra vida a múltiples niveles, tanto a nivel físico, fisiológico, emocional y espiritual.
¿Verdaderamente estamos viviendo la vida que queremos, o por el contrario estamos atrapados en algo con lo cual no nos identificamos, pero que de alguna forma está condicionando nuestras vidas?
La cuarentena nos permite tener el suficiente tiempo para hacer estos ejercicios de reflexión interna, de lo que queremos hacer en esta nueva situación que se nos plantea a nivel planetario, tras la pandemia que estamos viviendo. Este nuevo “orden mundial” al cual estamos siendo sometidos, si lo vemos desde el paradigma de la dualidad, o esta oportunidad de cambio desde un paradigma más cuántico; asumiendo que quizás y sólo quizás, sea la factura que la madre tierra nos hace pagar “ por nuestros pecados” cometidos contra ella a múltiples niveles ( contaminación de nuestro aire, contaminación de nuestros mares, de nuestro ríos, todo ese desprecio a GAIA……), y el grave desprecio que hemos tenido a través de nuestro propio egoísmo, con los demás seres vivos que también viven en este planeta llamado tierra.
Todo el proceso biológico está comandado por el cerebro reptiliano o Troncoencéfalo, cuya misión principal tiene que ver con el manteniendo de la vida, en términos de filogénesis, es decir, en términos evolutivos de la propia especie humana. El procesamiento de la información que nos llega del exterior nuestro, por parte de éste cerebro, es muy rápido y éste hecho se produce para que el tercer cerebro pueda ver el proceso exterior a cámara lenta. De hecho, muchas de las campañas publicitarias van dirigidas al cerebro reptiliano, lugar donde están todos los programas inconscientes heredados de toda la evolución humana. Prueba evidente de este hecho son todas las tiendas de ropa de grandes firmas, las cuales antes de que entremos en ellas, el reconocimiento de sus firmas lo hacemos a nivel olfatorio, a través de determinados perfumes que utilizan como aromatizantes del ambiente de la tienda, lo cual demuestra que la información, no pasa por el neocórtex cerebral, sino que incide de manera directa en el Troncoencéfalo.
Por tanto, las decisiones no son tomadas por el neocórtex (el cerebro racional), sino por el Troncoencéfalo (el cerebro reptiliano). El neocórtex o 3 cerebro como también se le conoce, es el cerebro de las justificaciones; él se encarga de justificar todas las decisiones que toma el cerebro reptiliano, el cual hace cosas como, por ejemplo, comprar de manera compulsiva en un gran almacén, a través de la manipulación inconsciente a la cual está siendo sometido, sin saberlo. Entonces bajo esta visión ¿pensamos o somos pensados? ¿sentimos o somos sentidos? ¿hacemos lo que queremos o tal vez nos dicen lo que tenemos que hacer? Juzguen ustedes mismos.
Todos los traumas psicológicos están grabados en el inconsciente, en el cerebro reptiliano, ¿por qué no tenemos acceso a este cerebro de manera directa?, porque está protegido por lo que se conoce mitológicamente como el guardián del umbral, y ¿quién es este personaje?, según el esoterismo, “el guardián del umbral es todo el aspecto oscuro, tenebroso y siniestro que hemos ido creando e ido acumulado a lo largo de las diferentes reencarnaciones, y el cual incluso puede tomar la forma de una entidad que demora en el plano astral”. Cuando queremos aumentar el nivel vibratorio, pero de una manera radical, toda la suma de lo que he vivido, conocido, hecho o no hecho. Toda la suma de lo que está en su mente consciente o inconscientemente. Todo su astral exacerbado en las tres dimensiones del plano astral, vienen hacia él. Y esto se hace, no para evitar que el humano vaya más lejos como algunos podrían creerlo, sino simplemente porque esa vibración más elevada que ese individuo busca incorporar en él, solo puede ser incorporada si todas esas escorias que él tiene acumuladas han sido primero eliminadas. Y si todas esas escorias no han sido previamente eliminadas, entonces el individuo antes de que pueda ir más allá, primero debe de encontrarse y enfrentar a sus propias “profundidades infernales o a su propia sombra”, por tanto, todo depende de cada individuo.
El cerebro reptiliano está vigilado por el guardián del umbral, el cual tan solo te va a dejar entrar en el inconsciente si tienes una mente limpia y sin juicio, sino no puedes entrar. Es el que se te presenta delante de ti y no te deja entrar a cambiar nada, por tanto, para poder entrar en el inconsciente a cambiar los programas debemos de tener claro que la única forma de tener acceso, es a través de desarrollar una mente libre de juicios; tenemos que desarrollar una mente pura, para poder entrar en el laberinto de la mente humana. La cuarentena nos ayuda a poner en orden nuestro cerebro reptiliano desarrollando una mente limpia, una mente libre de juicio, una mente libre de victimismo, de queja…. De todo aquello que nuestro cerebro imaginativo (el tercer cerebro) nos hace ver como real, sin serlo. Por tanto, la clave de la curación pasa por crear nuevos estados emocionales antes las situaciones que vamos viviendo. Cuando alguien toma conciencia de algo, surge como un click, un destello de luz en su mente donde no existe el razonamiento, que le hace ver la realidad que antes le enfermaba desde otra dimensión distinta, la cual le facilitara la curación. A esto es a lo que le se llama el despertar de la conciencia.
Pues amigos, el aislamiento o cuarentena sirve para todas estas cosas y más, siempre y cuando tengamos la capacidad de abstraernos del entorno, de tener una mirada interior de crecimiento consciencial evolutivo, para que el mañana de cada uno de manera individual, haga que, de manera colectiva, construyamos un mundo mejor.
Saludos a tod@ y feliz cuarentena.
Francisco Cepas Carmona
Pues muchas gracias por este artículo la verdad es que no tiene desperdicio se habla mucho de subir la frecuencia vibracional más se desconoce la íntima relación con toda esa parte psicológica te impide ese avance hacia esos estados humanos más evolucionados por eso estoy de acuerdo contigo en que despertar la conciencia es una herramienta necesaria para poder realizar un trabajo consciente sobre nosotros mismos y así seguir avanzando una muy buena reflexión para esta mañana muchas gracias
De nada Amparo, el trabajo consciencial evolutivo es personal, tenemos que empezar a hacernos «adultos emocionales» si queremos cambiar algún aspecto de nuestras vidas.
Un abrazo fuerte.